Músicos infravalorados... dentro de su propio grupo

A menudo, cuando el talento y la consideración no se reparten de forma equitativa dentro de un grupo de música, aparecen injusticias y frustraciones. Aquí tienes una pequeña muestra de músicos incomprendidos e infravalorados dentro de sus propios grupos.

Dennis Wilson

The Beach Boys

De los cinco chicos californianos que cantaban a las virtudes del surf, el único que realmente practicaba este deporte era Dennis Wilson. A pesar de ser el origen del atractivo de la banda, Dennis se quedó en un discreto segundo plano aceptando el papel de músico ocasional. Como no era de los que levantan olas, una vergüenza para ser surfista, se cuenta que ni se inmutó cuando los demás miembros del grupo invitaron a otros músicos al estudio para que tocaran sus partes de batería. Y aún así, este tímido baterista ocultaba un talento insospechado como compositor. «Un día estaba sentado en las gradas durante una prueba de sonido», dice su amigo y músico de gira Daryl Dragon, «cuando oí una preciosa melodía de piano. Levanté la mirada y vi a Dennis. Me quedé estupefacto, no tenía ni idea de que también fuera pianista». Por desgracia, el cantante Mike Love acabó con las pretensiones creativas del baterista con el fin de preservar su propia influencia. Más tarde, el guitarrista Al Jardine intentó enmendar el error en nombre de los Beach Boys con estas palabras: «No es que estuviera infravalorado en el mundo del rock, es que él era su propio grupo…»

Mick Taylor

The Rolling Stones

En 1969, Mick Taylor, un joven guitarrista de veinte años, puso sobre sus hombros la pesada carga de sustituir a Brian Jones tras su trágica muerte. Pero lo hizo brillantemente y ayudó a reforzar las raíces bluseras de los Stones en Exile on Main Street y Sticky Fingers. Por desgracia, Keith Richards y Mick Jagger no estaban dispuestos a compartir su poder dentro del grupo. Lucharon para conservar los créditos de composición de las canciones que el joven músico había ayudado a escribir, incluidas Moonlight Mile y Tops. El caso llegó a juicio y acabó con un acuerdo monetario, pero no hubo reconciliación entre estos viejos amigos hasta 1981.

Rick Wright

Pink Floyd

El teclista Rick Wright, bloqueado por los egos y la represión creativa de David Gilmour y Roger Waters, benefició a Pink Floyd con su notable sensibilidad melódica y su inteligente colocación en el entorno musical del grupo. Discreto hasta el punto de hacerse transparente, en contraste con la magnífica espectacularidad de sus interpretaciones con su instrumento en The Great Gig in the Sky o Us and Them, o incluso cantando en Times, Echoes o Astronomy Domine, a menudo le pasaron por encima. En «Animals» no aparece ni siquiera en los créditos. Y lo que es aún peor, su relación con Waters se deterioró tanto que volvió a hacerse patente durante la grabación de «The Wall». Lo más irónico de todo fue que volvieron a incluir a Wright en sus conciertos... ¡como empleado! Pero al final se hizo un poco de justicia, ya que la gira, por otro lado sensacional en todos los sentidos, fue una gran pérdida financiera y posiblemente Wright fue el único que salió de ella sonriendo.

Glen Matlock

Sex Pistols

La misma decepción sufrió Glen Matlock, el bajista de los Sex Pistols. Miembro fundador de este grupo de punk, era el único que sabía desde el principio cómo componer, por lo que su mánager, Malcolm McLaren, puso toda su confianza en él para sacar algo de este grupo de rebeldes. Cuando Johnny Rotten se unió a la banda como líder y cantante principal, la influencia de Matlock disminuyó, lo que culminó en su expulsión del grupo. Ciertos miembros del grupo propusieron conservar a Matlock como músico de sesión. Ofendido, Matlock se negó en redondo y fue sustituido por Sid Vicious, a quien eligieron más por su actitud que por su talento musical.

George Harrison

The Beatles

George Harrison, apodado «el beatle silencioso», era el más joven del grupo, pero no el que menos talento tenía, más bien al contrario. La cuadrilla legendaria demostró mucha dificultad a la hora de hacer sitio a uno más, contando ya con un dúo creativo formado por John Lennon y Paul McCartney. Harrison solo consiguió incluir sus composiciones en ciertos álbumes, a pesar del inmenso talento que mostraba y de que algunas se convirtieron en éxitos clásicos: Something, Here Comes the Sun, While My Guitar Gently Weeps... Como resultado, su forzada invisibilidad se convirtió en una terrible frustración que culminó con el fin de los Beatles durante el lanzamiento de un triple álbum. Harrison lo explicó así, si bien de forma menos poética: «Me siento como un hombre estreñido durante años que de repente tiene diarrea». Pero también se hizo justicia en esta historia: Harrison ganó al final la partida a los demás miembros del grupo cuando su álbum All Things Must Pass se convirtió en número uno en muchos países donde competía con los álbumes de sus antiguos compañeros.

Publicada el: 5 de noviembre de 2017