Los orígenes del Día de San Patricio y su música

Cada 17 de marzo, gente de todo el mundo se viste de verde en honor a San Patricio, símbolo de Irlanda y origen de estas festividades. Pero, lejos de la fanfarria que se organiza hoy en día con desfiles, bailes, especialidades culinarias y abundancia de bebidas verdosas, el origen del Día de San Patricio yace en una celebración religiosa mucho más sobria que conmemora el fallecimiento del santo patrón de Irlanda en 461.

Irónicamente, esta figura tan venerada por sus seguidores a través de los siglos por el papel que desempeñó en la introducción de la religión en el país, ¡no era irlandesa, sino inglesa! Recibió el nombre de Maewyn Succat al nacer en Cumbria, al norte de las «Islas Británicas», y, al cumplir los dieciséis años, fue secuestrado por piratas irlandeses y vendido como esclavo. Durante sus seis años de cautiverio tuvo una visión y decidió consagrar su vida a Dios a partir de su liberación.

Ya de vuelta en su país natal, adoptó un estilo de vida devoto. Su trayectoria religiosa empezó como sacerdote, tras lo cual viajó a Gales para convertirse en diácono y, más tarde, en obispo. Fue entonces cuando, como respuesta a una orden divina, abandonó su hogar y volvió a Irlanda con la misión de evangelizar el país.

La leyenda cuenta que todo cambió cuando San Patricio dio su afamado sermón desde la célebre Roca de Cashel. Ese día, desde lo alto de su meseta, blandió una hoja de trébol ante el pueblo de Irlanda y usó las tres hojas para explicar el principio de la Trinidad. Este es el motivo por el que las tres hojas de trébol se han convertido en un símbolo de estas fiestas y también explica el uso del color verde.

A partir de entonces su historia se mistifica: se cuenta que expulsó a todas las serpientes de Irlanda, una alegoría que probablemente hace referencia a la desaparición de las culturas politeístas.

La leyenda se convirtió en culto a partir del siglo IX y, desde entonces, ciudades de todo el mundo adornan sus calles con motivos verdes el día 17 de marzo. En Chicago tintan el río de verde y en Nueva York alrededor de 200 000 personas se reúnen para celebrar el tradicional desfile del Día de San Patricio. Los participantes del desfile se atavían con disfraces verdes, en su mayoría de duendes (con el típico atuendo de sombrero de copa y barba roja).

Las festividades se celebran también con música, una parte esencial de la cultura irlandesa (el símbolo del país es un arpa), habitualmente de naturaleza folk y céltica. Los artistas contemporáneos que promueven al música irlandesa tradicional son los más aclamados por los fiesteros, frente a las canciones irlandesas clásicas: The Chieftains, The Dubliners, Clannad, The Dublin City Ramblers y Planxty, así como cantantes de pub rock como The Pogues y The Dropkick Murphys.

Algunos artistas han contribuido en la renovación de la música tradicional irlandesa creando sus propias melodías distintivas, como los «fiddlers» (violinistas) Frankie Gavin, Paddy Fahey y Enya.

Pero para quienes se resisten a la música tradicional, el rock moderno también ocupa un lugar importante en el corazón de los irlandeses: U2, Rory Gallagher, Sinead O’Connor, Thin Lizzy, The Cranberries y Van Morrison son algunos de los mayores difusores de la música irlandesa. Otros artistas vecinos británicos (Sting), escoceses (Mark Knopfler) y galeses (Tom Jones) también han homenajeado al repertorio gaélico.

Y si la música irlandesa no es lo tuyo, siempre puedes celebrar el Día de San Patricio con una lista de reproducción con el color verde como tema principal: desde «Where the Green Grass Grows», de Tim McGraw, hasta «Green River», de Creedence Clearwater Revival. ¡Las posibilidades son infinitas!

¡Sláinte!

Publicada el: 1 de marzo de 2016