Diez datos sorprendentes sobre tus artistas favoritos

¿Sabías que Debbie Harry, la cantante de Blondie, estuvo a punto de ser víctima de un asesino en serie? ¿Y que Elvis Presley tenía fama de fletar aviones y viajar 1000 kilómetros para saciar sus antojos culinarios? Descubre algunas de las anécdotas más suculentas de la historia de la música.

Debbie Harry casi fue víctima de un asesino en serie

En 2010, Debbie Harry, la deslumbrante rubia del grupo neoyorquino Blondie, hizo una revelación sorprendente durante una entrevista. Según sus palabras, escapó por los pelos de las garras de uno de los asesinos en serie más famosos de Norteamérica: Ted Bundy, también conocido como «El asesino de mujeres». Este seductor asesino mató a más de treinta jovencitas en siete estados diferentes entre 1974 y 1978. Fue capturado en 1978 y sentenciado a la silla eléctrica. Once años más tarde, lo ejecutaron.

Una noche en que la cantante, modelo y actriz volvía a casa caminando sola por las calles de Nueva York, sin ningún taxi a la vista, se le acercó un coche que avanzaba en ralentí. El conductor bajó la ventana y se ofreció a llevarla. Ella aceptó, pero se arrepintió enseguida al ver que los asientos estaban rajados y que la puerta del pasajero no tenía manilla. Se las apañó para pasar el brazo por la ventana abierta, alcanzar la manilla exterior, abrir la puerta y saltar del coche en marcha.

Robo de grandes alturas

Don Henley, el cantante del grupo Eagles, sufrió un terrible accidente en octubre de 1980. El piloto de su avión se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en un campo de Colorado, destrozando la cola de la nave. Henley y su novia consiguieron salir ilesos de milagro. Tras el accidente, el grupo recibió una factura de 7000 dólares por costos de vuelo. La mordaz respuesta de su mánager fue: «Nosotros no pagamos por estrellarnos al aterrizar»

Gregg Allman se disparó a sí mismo para librarse de ir a Vietnam

Gregg Allman, de los famosos The Allman Brothers Band, celebró su 18.º cumpleaños en 1965... una celebración triste si la perspectiva de alistarte en las fuerzas armadas no te emociona, ya que por aquel entonces el país estaba inmerso en pleno conflicto vietnamita. Su hermano mayor Duane estaba exento del servicio militar, porque era el mayor de los hermanos sin padre, y estaba decidido a no permitir que el ejército se llevara a su hermanito pequeño y compañero musical. «Mi hermano me dijo: "Ya sé lo que vamos a hacer, solo tienes que dispararte en el pie"», recuerda Gregg. «Obviamente, creí que bromeaba. Pero no». La noche anterior a su visita médica Duane organizó una fiesta: la fiesta del disparo en el pie, e invitó a sus amigos. A lo largo de la noche, fue dando speed y whiskey a Gregg y, cuando ya estuvo listo, pintó una diana en el mocasín izquierdo de Gregg. Gregg se sirvió otro chupito de Whiskey y llamó a una ambulancia. En cuanto oyeron las sirenas a lo lejos, apretó el gatillo.

Muchos músicos se han disparado en el pie artística y metafóricamente, Gregg lo hizo literalmente.

«Sangraba mucho porque el speed y el alcohol habían aumentado mi presión arterial», dice Gregg. De camino al hospital, Gregg y Duane se dieron cuenta de que habían olvidado la diana pintada en el pie... Duane se coló a escondidas en la sala de operaciones para recuperar el zapato mutilado y evitar que alguien los denunciara a las autoridades.

Neil Young compró 200 000 copias de su propio álbum y luego las destruyó

Young, como viene siendo costumbre, estuvo haciendo cambios en su álbum hasta el último momento, modificando varias veces el orden de las canciones y la imagen de la portada. Tras tomar por fin una decisión, justo antes de la fecha de lanzamiento, ¡se dio cuenta de que había autorizado la impresión del álbum a partir de un máster defectuoso que no contenía las frecuencias más altas! Tras alertar del error a la discográfica, se enteró de que las 200 000 copias ya se habían imprimido y enviado a los cuatro rincones del planeta. Asumió su responsabilidad por el error y retiró del mercado todas las copias. El descuido le costó la friolera de 160 000 dólares. Para evitar las filtraciones sobre su nuevo álbum, decidió almacenar miles de cartones en su rancho y los usó para practicar su puntería, uno detrás de otro...

Paul Weller contra David Bowie

En 2006, Paul Weller inició las hostilidades afirmando que David Bowie solo había sacado tres álbumes buenos. Tal y como era de esperar, el comentario despertó la ira de los seguidores de Bowie. Dos años más tarde Paul Weller se retractó y confesó a la revista Mojo que se había convertido desde entonces a la música de Bowie, y que durante la grabación de su álbum 22 Dreams había escuchado Low y Ziggy Stardust constantemente. Cuando Bowie se enteró de los amables comentarios de Weller, le envió un mensaje de correo electrónico para darle las gracias. Pero no pudo resistirse a tener la última palabra y añadió como posdata: «Muy buena, Paul. ¿Me devuelves ahora el peinado?», adjuntando una foto suya de los años 60. Nada rencoroso, Paul bautizó a su hijo en 2012 con el nombre de Bowie.

Brian Wilson no se acuerda de su hija

Wilson Phillips, el famoso trío de pop-rock de principios de los años 90, estaba formado por Chynna, hija de los Phillips de The Mamas And The Papas, y Carnie y Wendy, hijas de Brian Wilson, el compositor de los geniales The Beach Boys. En una fiesta celebrada en Hollywood en 1990, Brian estaba charlando con Chynna y Carnie cuando un invitado se les acercó y preguntó educadamente a Brian si estaba orgulloso. Brian le miró con recelo. Conocedor del historial psiquiátrico del ex-miembro de los Beach Boys, el invitado aclaró: «Ya sabes, por tu hija Carnie». «¡Bah!», refunfuñó Wilson, «Debería haber sabido que era la alta».

En la época de The Clash, Joe Strummer corrió hasta tres maratones

En 1981, tras el lanzamiento del álbum Sandinista!, el cantante de The Clash, Joe Strummer, terminó la maratón de Londres sin haber siquiera entrenado antes, confirmando así su reputación de ser el hombre más cabezota del rock. En 1982, justo antes del lanzamiento oficial de Combat Rock, desapareció misteriosamente. Topper Headon, el baterista de The Clash, compartió sus sospechas de que se trataba de una táctica de Joe para demostrar que era indispensable. Sea como fuere, Strummer hizo las maletas y se fue a París, y aprovechó para participar en la maratón de la ciudad. El año siguiente volvió a correr en Londres, completando la maratón en tan solo cuatro horas y treinta minutos.

Los antojazos de Elvis

Antes del trágico infarto que lo arrastró a su muerte, parece ser que sentado en el trono, Elvis se autodestruyó literalmente mediante la ingesta de cantidades astronómicas de comida. Ya convertido en drogadicto, hacía todo lo que fuera necesario para satisfacer su creciente apetito. Según cuentan, una vez se montó en su avión privado, el «Lisa Marie», y atravesó las mil millas que separan Memphis y Denver para comprar unos sándwiches llamados «Fool's Gold Loaf». Salió de allí con veintidós bocadillos chorreantes, varios kilos de beicon y un montón de tarros de mantequilla de cacahuete...

Que «el jefe» te bendiga

La madre de Bruce Springsteen quería que su hijo se convirtiera en escritor, y no se rindió cuando este le anunció que quería aprender a tocar la guitarra. «Mi madre, que tiene un carácter muy italiano, me dijo: "Es una decisión importante que no debes tomar a la ligera. Deberías consultarlo con un sacerdote"». Como era un hijo muy obediente, Springsteen se dirigió a la casa parroquial y tocó a la puerta. El sacerdote abrió. «Hola, padre. Soy el hijo de los Springsteen. Tengo un problema: mi padre quiere que me convierta en abogado y mi madre quiere que me haga escritor. Y yo quiero tocar la guitarra». «No puedo hacer mucho por ti», contestó el sacerdote. «Diles que te harás abogado. O que te harás escritor. ¡Pero ni se te ocurra mencionar esa maldita guitarra!"».

Phil Lynott, de Thin Lizzy, tenía un hermano y una hermana a los que nunca conoció

Philomena Lynott, la madre del extravagante líder de Thin Lizzy, se sacrificó y trabajó de sol a sol para criar y atender a las necesidades básicas de su hijo. Sin embargo, durante cincuenta años, esta madre devota guardó un gran secreto: Phil tenía un hermano y una hermana a los que había dado en adopción. En su autobiografía titulada My Boy habla de su lucha por conservar a Phil a su lado en unos tiempos en los que su entorno la presionaba para que lo diera en adopción. Phil descubrió el secreto cuando su hermana se puso en contacto con su madre años más tarde.

Publicada el: 5 de noviembre de 2019