Domina tu voz

Los buenos oradores tienen un poder inmenso: son capaces de convencer a multitudes. Aunque el éxito es cuestión de trabajo, el objetivo de todo buen orador es sacar el máximo provecho de las herramientas comunicativas.

Entonces, ¿por qué no aprendemos a trabajar nuestra voz en la escuela? Si no dominamos esta forma de expresión, ¿cómo lograremos ser convincentes? ¿Cómo podemos relajarnos y ser oradores y cantantes efectivos si durante la primera oportunidad que tenemos de hablar en público nuestra voz no está a nuestro favor al 100 %?

Al trabajar tu voz y tu comunicación no verbal, se desarrollará tu confianza. Aprenderás a dejar de hablar demasiado rápido y descubrirás lo que tu voz puede hacer por ti.

Las prácticas que voy a compartir contigo las aprendí cantando en el Conservatorio Nacional Superior de Música y Danza de París y mediante entrenamientos de PNL (programación neurolingüística). Estas técnicas intensificarán tu voz y te permitirán ser consciente de la «columna de aire», usar los «resonadores» correctos y posicionar tu cuerpo de forma óptima.

A veces tan solo relajar la mandíbula, apretada inconscientemente debido al estrés o al miedo escénico, te permite articular mejor. Bostezar una o dos veces antes de cantar, como método de relajación, te ayudará a elevar los resonadores naturales como el velo del paladar.

No te encorves, mantén una postura bien recta para que el aire circule mejor, y aprende a dominar la respiración abdominal.

Con unos cuantos consejos y un poco de práctica acabarás encontrando tu ritmo, tu timbre y tu estilo. ¡La clave es tener confianza en ti mismo!

Para controlar mejor tu voz, deberás también desarrollar tu oído. Esto es algo que se puede practicar: cuando oigas una voz, pregúntate si es suave, metálica, aguda, sofocada, temblorosa, potente, artificiosa, hueca, clara, musical... Describe con palabras concretas las sensaciones que la voz despierta en tu interior.

Compara tu voz con un instrumento musical. ¿Te recuerda a una flauta, una trompeta, un piano? ¿Suena plena o contenida? ¿Es gritona? ¿Y monótona? Poco a poco verás que prestar atención al sonido de tu voz tiene un efecto positivo: pasarás a estar en un estado de escucha atenta.

Se pueden aprender muchísimas cosas sobre la voz de uno mismo. Ser consciente de esto afecta a tu discurso de forma sorprendente. Además, cada vez que comparto estos consejos, puedo ver lo rápido que mis alumnos los aplican sin esfuerzo alguno.

Existen también otras técnicas que te ayudarán a jugar con ventaja frente a una audiencia, por muy fría o ausente que parezca. El uso de la comunicación no verbal puede resultar muy útil: una mirada, el ritmo de la voz, un punto de anclaje... Estos métodos reciben el nombre de «apoyos fundamentales».

Cuando alguien debe intervenir oralmente frente a un público, ya sea cantando o realizando alguna otra actividad profesional, se convierte en un artista. En tan solo unos segundos todos los ojos se giran hacia ti, observan la posición de tu cabeza, tu estatura, tu actitud, tus movimientos, tu velocidad... ¡Todo eso les proporciona abundante información sobre tu estado mental y tu preparación!

Consejos:

• Entra y mira a tus oyentes con una sonrisa plácida y natural: eso les tranquilizará y les preparará para escucharte.
• Si tienes en tus manos cualquier tipo de notas o partitura, colócalas con serenidad; hacerlo con prisas solo conseguirá aumentar tu estrés.
• Empieza con un «patrón de interrupción» para relajar al público. Por ejemplo, si está cayendo un chaparrón en la calle, puedes mirar al techo y hacer un comentario jocoso como «¡Espero que no hayáis entrado solo por la lluvia!». Esta pequeña muestra de humor tendrá un impacto en el resto del tiempo y, especialmente, en la calidad de atención de tus oyentes, ya que eso te humaniza.
• Plantéate cambiar tus ejes: no permanezcas quieto todo el tiempo, ofrece a tu público diferentes ángulos de tu persona para romper la monotonía y dinamizar el evento.
• Usa toda la paleta armónica de tu voz, ¡evita usar una voz plana y monótona!

Prepara la voz, la apariencia y todo el lenguaje no verbal con anterioridad y, tras unos pocos intentos, podrás dominar las herramientas de comunicación necesarias. ¡Cantar y hablar frente a una audiencia será pan comido! ¡Al escenario!

Carole Chabry, bloguera invitada
Chabry creció en un entorno musical y recibió una formación clásica en París. Desde entonces ha ganado numerosos galardones y ayudado a docenas de cantantes a mejorar su técnica y seguridad mediante su escuela de entrenamiento vocal y su sitio web espacevocal.fr (en francés).

Publicada el: 6 de marzo de 2017