
¿Por qué nos gusta la música que nos gusta?
Existen docenas de estilos musicales, ¡hay para todos los gustos! Pero ¿te has preguntado alguna vez por qué tu pie sigue el ritmo del jazz y, sin embargo, cambias la música cuando suena techno?
¡La ciencia ha descubierto que las razones por las que nos gusta cierta música son tan únicas y sorprendentes como los propios géneros musicales!
¿Cómo transmite el cerebro los sonidos?
Para entender nuestros gustos musicales, primero necesitamos entender cómo procesamos el sonido. El córtex auditivo primario (la parte del cerebro que procesa y almacena la información sonora básica) se comunica con el núcleo accumbens (la parte del cerebro vinculada a los sistemas de recompensa psicológicos). Resumiendo, nuestro cerebro transfiere los sonidos que nos llegan y los clasifica en agradables y desagradables.
Pero ¿cómo determina qué sonidos son agradables? Se solía creer que la tendencia de cada persona a la hora de clasificar como agradable un sonido u otro se basaba completamente en la genética. Sin embargo, la ciencia ha demostrado que las predilecciones musicales se deben en realidad a la educación y la cultura.
El papel de la educación y la cultura
Nuestra educación tiene una enorme influencia en nuestros gustos musicales. Si escuchabas heavy metal a menudo durante tu niñez, es muy probable que tu nivel de tolerancia por el heavy metal (y por el rock en general) sea mayor que el de una persona acostumbrada a escuchar ópera.
El factor social también influye: la música góspel está vinculada a las iglesias, la música dance a las discotecas, etc. Si ha existido en nuestra vida una propensión a frecuentar un lugar más que otro, puede que nos veamos inclinados a preferir un estilo u otro.
También hay que tener en cuenta que nos exponemos inconscientemente a la música a diario (en las tiendas, por la calle al cruzarnos con músicos callejeros, en el aeropuerto, etc.) y esto también puede moldear involuntariamente nuestros gustos.
Los estudios sobre comportamientos culturales lo ratifican. Los investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts y la Universidad Brandeis han llevado a cabo un estudio que demuestra que la cultura tiene más influencia en los gustos musicales que el ADN. Encuestaron a ciudadanos expuestos a la música occidental (en EE. UU. y en grandes ciudades bolivianas) y compararon los resultados con los de una tribu remota de la Amazonia boliviana sin acceso a la música moderna. Los investigadores tocaron una serie de notas de sonidos consonantes y disonantes para los miembros de la tribu. Mientras que los participantes con acceso a la música occidental consideraban desagradables los sonidos disonantes, no encontraron apenas preferencias por un sonido u otro entre los 100 miembros de la tribu.
Los resultados apoyan la idea de que nuestra educación juega un mayor papel en nuestros gustos que nuestra genética.
¿Es posible desaprender nuestros gustos musicales?
Investigadores de la Universidad de Cambridge estudiaron durante un periodo de 10 años patrones cambiantes en los gustos musicales. Concluyeron que existe una progresión natural en los gustos que cambia con la edad.
Estar abiertos a nuevos géneros y exponernos a ellos durante un largo periodo de tiempo puede ampliar nuestros horizontes musicales... ¡e incluso convertir a un amante del jazz en un fan del techno!
Publicada el: 1 de septiembre de 2017