Respiración abdominal

Ya habrás oído la expresión «cantar a pleno pulmón». Aparte de la interpretación aceptada de cantar dándolo todo, también puede interpretarse como la importancia de usar todas las partes del cuerpo al cantar.

La calidad del canto depende en gran medida de la respiración y no requiere únicamente la parte superior de tu cuerpo. El control de la respiración es el primer paso para dominar tu voz. Por lo tanto, resulta de vital importancia identificar el mecanismo y comprender por qué la respiración abdominal es importante a la hora de cantar.

Pero antes de explicar cómo la parte ventral intervendrá en el circuito respiratorio, es importante hacer la distinción entre los dos principales tipos de respiración: la respiración torácica y la respiración abdominal.

La respiración torácica es aquella que nos resulta más natural, la que adoptaremos automáticamente cuando, por ejemplo, el doctor nos pida que respiremos profundamente. Con ella inflas únicamente la parte superior de tu cuerpo, tus hombros se elevan y creas tensión al nivel de la cintura escapular. ¡No es lo más ideal para cantar! Intenta adoptar en su lugar lo que se denomina «respiración abdominal».

La respiración abdominal es la respiración que te ves obligado a controlar. Puede que hayas oído la expresión «respirar con la barriga», una imagen visual tan frecuente como «tener un nudo en el estómago» y que también parece requerir una aptitud excepcional para retorcer el cuerpo. Sin embargo esta imagen visual resulta engañosa, ya que se trata más de controlar la respiración usando la parte abdominal de tu cuerpo que de contorsionarse. Este tipo de respiración es la más natural para los humanos, al menos en las primeras fases de desarrollo: así es como respiran los bebés. Si observas a un recién nacido mientras duerme, podrás ver que lo que se mueve es la barriga, no el tórax. Tú también sabes cómo hacerlo de forma inconsciente, ya que es así como respiramos al dormir, ¡sin ni siquiera darnos cuenta! La principal ventaja de la respiración abdominal es que ofrece una mayor capacidad de aire al usar el abdomen en primer lugar.

Vamos ahora a hacer unos ejercicios para intentar identificar la respiración abdominal y hacerla instintiva:

Reconocimiento

Ponte enfrente de un espejo, coloca las manos sobre la cintura con los dedos apuntando al ombligo y aspira. La mayoría de la gente eleva el pecho sin pensarlo al tomar aire. Esa no es la forma correcta de hacerlo y da como resultado una respiración torácica. Es tu barriga la que debe moverse.

Ahora túmbate. Coloca tu mano sobre tu estómago y siente cómo se mueve. También puedes coger un libro, ¡aunque esta vez no encontrarás en él las respuestas! Coloca el libro sobre tu estómago y observa. El libro deberá elevarse con cada inspiración y volver a descender al espirar.

Una vez comprendido el movimiento, intenta someterlo a tu voluntad. Ponte de cara a la pared, coloca los antebrazos contra ella a la altura de los hombros e inclina el cuerpo unos 30º. En esta posición la respiración abdominal se realiza de forma natural. Permanece así durante unos minutos e intenta continuar respirando así al erguirte.

Dominio

La respiración se lleva a cabo en dos fases:

• Inspiración, para almacenar la máxima cantidad posible de aire.
• Espiración, para usar el aire al cantar.

Durante la segunda fase de la respiración, que puede resultar bastante larga al cantar, el objetivo es controlar el flujo de aire expulsado con el diafragma.

Imagínate un globo inflado. Si sueltas del todo la obertura del globo, el aire sale a toda velocidad. Pero si controlas la obertura y solo dejas que pase un poco de aire, el globo se desinflará de una forma mucho más lenta y continua. Intenta inhalar profundamente, sintiendo cómo se infla tu barriga, y exhala lo más suavemente que puedas, usando la cintura pélvica en los últimos momentos, mientras te cronometras. Repítelo todos los días con el objetivo de añadir un segundo más cada día.

Un ejercicio más rítmico

Exhala completamente y permanece así durante cuatro latidos. A continuación, inhala por la nariz o la boca durante cuatro latidos. Después exhala lentamente durante ocho latidos. Y continúa con el ritmo.

Publicada el: 7 de febrero de 2018