7 consejos de experto para articular mejor

Al cantar transportas un mensaje. Si no articulas correctamente las palabras de la canción o si las ahogas con efectos de estilo, el oyente tendrá que esforzarse en descifrar el mensaje.

A diferencia de lo que ocurre al conversar, el oyente no puede interrumpirte educadamente con un «Lo siento, no he entendido eso» cuando cantas. Por lo tanto, aunque estés cantando muy bien, si el mensaje resulta incoherente, te arriesgas a frustrar y confundir a tu oyente y probablemente empobrecerás la experiencia.

A algunos cantantes como Céline Dion, Jessie J o Mariah Carey se les ridiculiza a veces por sus expresiones faciales. Pero existe una razón por la que contorsionan sus rostros cuando cantan: abrir mucho la boca al cantar permite que el aire circule a la vez que se articulan todas las sílabas.

Las innumerables ventajas de la articulación

Una buena articulación te permite mejorar y combinar todo lo básico para que cantes mejor:

• Resonancia del sonido, ya que tu boca está muy abierta
• Proyección de la voz, gracias a la forma de tus labios
• Alcance de las notas más altas y bajas
• Fortalecimiento de la zona periférica (cuello, laringe, faringe, etc.)
• Vibrato
• Precisión del tono
• Fuerza vocal
• Precisión del tempo
• Desarrollo de diferentes estilos y efectos

Ejercicios

Calentamiento: realiza unos movimientos de preparación para calentar los músculos y tonificar los órganos vocales. Para ello, no hay nada mejor que hacer muecas y poner caras graciosas. Prueba también a masajear las partes de tu cuerpo que afectan a la voz: labios, mejillas, cuello, etc.

Primer ejercicio: es en realidad una sencilla prueba que te convencerá de la importancia que tiene la articulación. Canta una canción de la que conozcas la letra sin mover mucho los labios ni la mandíbula. A continuación, cántala abriendo mucho la boca y la mandíbula. Podrás apreciar una diferencia absoluta en cuestión de precisión y nitidez.

Susurra la letra de la canción de forma que no se perciba ningún sonido y, a continuación, aumenta el sonido gradualmente sin dejar de susurrar.

Ejercicio clásico: se trata del típico ejercicio en el que tienes que ponerte un lápiz en la boca e intentar articular trabalenguas («Tres tristes tigres tragaban trigo de un trigal», «Si Sansón no sazona su salsa con sal le sale sosa», etc.).

Intenta vocalizar las letras «A» y «O», una detrás de otra y repetidamente. Esto te ayudará a ejercitar los labios. Después introduce la letra «L» para ejercitar la lengua y, por último, intenta cantar las sílabas que formes variando de escala.

Un ejercicio para quienes tienen problemas de voz nasal: intenta imaginar que tu lengua está presionada contra tu paladar y crea tensión en tu garganta. Imaginar el problema te ayudará a resolverlo.

Forma círculos con la lengua en la parte interior de tu mejilla. Repítelo diez veces en cada lado.

Publicada el: 4 de octubre de 2016