¡Cuida tu voz!
Es la pesadilla de los cantantes: perder la voz o dañarla, ¡y con razón! Una voz rota, velada, enronquecida, débil o vulnerable a la fatiga, son alteraciones de la voz que suelen impedir que se cante correctamente. Los síntomas agravados pueden incluso crear consecuencias más serias como lesiones definitivas.
No es un problema insignificante y afecta a gran parte de la población: casi el 29 % de las mujeres y el 18 % de los hombres son víctimas de ronqueras ocasionales.